¿Cómo abordar una conversación pendiente? ¿Qué hacer para atreverte a hablar con esa persona y resolver de manera eficiente aquel asunto que arrastras desde hace tanto tiempo?

Uno de los casos más frecuentes que nos encontramos en los procesos de Coaching Personal o Coaching Relacional, es aquél en el que el cliente se siente atrapado por un bloqueo emocional que no le deja avanzar y vivir la vida con fluidez.

Entonces, es con las preguntas poderosas que formulamos en Coaching que toma consciencia de que el motivo principal de su estado de bloqueo es que arrastra un conflicto que no ha resuelto, y ello hace que, de alguna manera y muy en su subconsciente, no se sienta merecedor del objetivo que persigue.

Y todo tiene su origen en el hecho de que, en un momento u otro de su vida, no se ha sentido querido o reconocido por sus padres o hermanos, o poco valorados por su jefe o compañeros de trabajo, lo que ha generado emociones como la rabia, tristeza, culpabilidad, miedo o rencor, y un patrón de relación que les impide fluir en sus relaciones.

Y ya sabemos que las emociones no expresadas duelen.

¿Te suena? ¿Te ha pasado a ti alguna vez?

Las conversaciones pendientes se originan porque en un momento dado no se han cumplido nuestras expectativas, hemos sido heridos, no hemos obtenido el reconocimiento que necesitábamos y, cuando nos hemos visto inmersos en un conflicto, no hemos sabido expresar nuestras emociones y necesidades de una manera inmediata y explícita.

Dice Joan Quintana, prestigioso Coach Organizacional especializado en relaciones:

«Para mantener nuestra salud mental y emocional y la estabilidad de nuestro sistema, ya sea familiar, personal o profesional, y para restablecer el flujo de las buenas relaciones, debemos abordar con cuidado y celeridad los malentendidos y debemos hacerlo abordando las conversaciones pendientes».

Te invito a hacerte esta pregunta, que suelo formular a mis clientes:

¿Cómo te sentirías si pudieras abordar la conversación que tienes pendiente con esa persona?

Todos mis clientes me suelen responder: «Buf …, ¡muy aliviado / a!».

Por favor, enmarca este párrafo:

«Si las conversaciones pendientes no se abordan, nuestro sistema familiar o profesional queda muy deteriorado, y por tanto, esto afecta de alguna manera u otra el estado emocional del otros miembros del sistema».

Nos cuesta abordar las conversaciones pendientes porque nos sentimos paralizados por emociones como la rabia o el miedo y no disponemos de pautas para hacerlo.

Entendido. Pero… ¿cuáles son esas pautas?

Quiero compartir contigo 10 pasos que te ayudarán a abordar una conversación pendiente con seguridad, coraje y de una manera eficiente:

-1.Prepara el entorno. Facilita el espacio y el contexto para que la conversación se lleve a cabo con éxito. El entorno debe ser acogedor, motivador y agradable para ambas partes.

-2.Genera la emoción potenciadora que te impulse a llevar a cabo la conversación. La emoción determina la acción. La rabia y el miedo nos paralizan. Las conversaciones se generan desde emociones como la alegría y estados de confianza.

3.Toma conciencia del “para qué” de la conversación. Verbaliza y ten presente qué perderás si no abordas la conversación pendiente y qué ganarás si lo haces.

-4.Toma conciencia de lo que quieres conservar en la conversación. Tienes que responder a esta pregunta: ¿a qué no estás dispuesto a renunciar cuando lleves a cabo la conversación?

-5.Escucha al otro. Lo que dice y lo que no dice. Libérate de la necesidad de intervenir y practica la escucha activa.

-6.Pide el reconocimiento que necesitas. El otro tiene que saber que tu necesidad de reconocimiento no fue satisfecha, y es el momento de expresárselo.

-7. Reconoce al otro. La otra persona también necesita sentirse valorada, vista, tomada en consideración.

-8. Formula la petición con derecho a pedir y de manera concreta. Haz una petición concreta y explícita para que la otra persona lo entienda. Exprésate con asertividad.

-9.Prepara un guion argumental. Apóyate con dos o tres argumentos que justifiquen tu petición y que puedan facilitar la conversación.

-10.Ofrece aquello que el otro necesite. Para recibir, también tienes que dar. Ofrece siempre al otro lo que realmente quiere, y no lo que supongas que quiere. Si no lo sabes… ¡Pregúntaselo!

Recuerda. Abordar una conversación pendiente es vital para cerrar nuestro ciclo de necesidades, para recuperar la serenidad y la paz interior en nuestra vida.

Y tú, ¿con quién tienes una conversación pendiente?

Me encantará leer tus comentarios.

Con amor y gratitud,

Pere

8 comentarios

    1. Hola Maria,

      Gracias por tu comentario.

      Suele ocurrir.

      Lo importante es que cada uno se responsabilize de sus acciones, no podemos controlar lo que el otro haga o deje de hacer, pero sí tomar la responsabilidad de aprender a relacionarnos de la mejor manera posible.

      Un abrazo tremendo!

      Pere

  1. Pere, qué pasa si la otra parte contratante no es un interlocutor válido? Te dice que sí por “compromiso”, pero luego en media conversación se siente acorralado y sale con evasivas y excusas todo el rato. O te dice que sí a todo porque se piensa que así acabaréis antes pero no es sincero. Se convierte en un monólogo.

    1. Hola Gemma,

      Gracias por tu comentario.

      La preparción de una conversación pendiente no es fácil, en parte porque la otra parte tiene que estar disponible y abierta a ella. No podemos controlar cómo reacciona la otra parte. Lo que sí podemos controlar es qué hacemos nosotros para que la conversación pueda realizarse de manera fluida y podamos alcanzar nuestro propósito. Y es aquí donde radica la importancia de la preparación de la conversación. Por ejemplo, podemos preguntarle cuando es el mejor momento para la otra parte, o en qué lugar se puede sentir más cómoda para realizar la conversación. Y lo más importante, hablarle desde la sinceridad, actitud colaborativa, asertividad y escucha. Algo así como: «me gustaría poder tener esta conversación contigo de manera cómoda y amable, sin embargo percibo que quizás para ti pueda ser incómoda. ¿Qué puedo hacer por ti para que te sientas cómodo/a en nuestra conversación».

      Gracias por tu comentario, Gemma

      Un abrazo tremendo!

      Pere

  2. Hola Pere,
    Tengo una conversación pendiente desde hace mucho tiempo, más de 30 años¡¡ El tema es que en parte me siento responsable, aunque entonces yo era pequeña y no muy consciente del daño que podía hacer.
    Uno espera que el paso del tiempo arregle las cosas pero ha sido al contrario, cada vez pesan mas las piedras…
    El caso es que la otra parte tampoco saca nunca el tema y si menciona algo relacionado lo hace con la intención de hacerme sentirme mal.
    Me da pánico esa conversación y sé que al principio todo van a ser acusaciones pero creo que hay que hacerlo. Cuando me he decidido luego ni siquiera he hecho amago de intentarlo. No sé por donde empezar, pero se que es necesario.
    Gracias¡¡

    1. Hola Fe,

      Gracias por tu comentario.

      Te entiendo. Alargar esa conversación pendiente duele, porque como tú dices, es como ir acumulando piedras. ¡Que bien que, almenos, te hayas dado cuenta de que tienes esta conversación por hacer!

      No es fácil hacerla. Lo importante es que te responsabilizes de ello, y lo hagas desde el estado emocional más apropiado, y empezarlas desde las declaraciones que queremos hacer: agradecer, perdón, reconocimiento.

      Si puedo acompañarte en algo, aquí estoy.

      Un abrazo,

      Pere

  3. Hola Pere,
    Tengo una convesación pendiente desde hace 3 años que, tal como describes, me tiene emocionalmente atrapada. Varias veces le pedí a esa persona conversar, que por favor ne avisara cuando se sintiera listo. Ese momento nunca ha llegado y ya creo que no llegará. Aunque coincidimos en algunos espacios, siempre lo percibo evasivo y escurridizo, no quiere hablar. Siento que tener esa conversación será imposible. Cómo liberarme entonces de esta angustia que me oprime?
    Saludos y agradecida

    1. Hola Sonia,

      Gracias por tu comentario. Te entiendo. Puede ser muy frustrante y angustioso cuando la otra persona no está abierta a cerrar temas pendientes. Lo que te invito es a cambiar la mirada y en lugar de enfocarte en el hecho de que la conversación con esa persona te liberará, te enfoques en qué puedes hacer tú y desde tus recursos para liberarte de esa angustia, puesto que, en la mayoría de los casos, las otras personas solo nos hacen de espejo para que nos hagamos cargo de nuestros propios asuntos. Te invito a que te dejes acompañar en un proceso de acompañamiento profesional para que te puedas liberar de esta angustia. La terapia y/o el Coaching te puede ofrecer muchas herramientas para que recuperes tu tranquilizad y tu paz.

      Un abrazo,

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