Creencias-limitadoras

¿Tienes un sueño, un objetivo, muchas inquietudes y ganas de hacer cambios en tu vida pero tienes miedo, sientes desesperanza, impotencia, desilusión o hasta incluso culpabilidad y eso te impide ponerte en marcha?

Si la repuesta a las preguntas es afirmativa, déjame decirte que, con toda probabilidad, estás siendo víctima de tus propias creencias limitantes.

Así es. Cada uno de nosotros vive en mundos interpretativos. En función de lo que creemos, de cómo pensamos e interpretamos el mundo, creamos nuestra realidad.

 Según pensamos, nos emocionamos. Las emociones rigen nuestras acciones, y esas, determinan nuestros resultados.

Nuestra manera de pensar e interpretar el mundo constituye nuestro mapa mental, formado por creencias, que son un conjunto de ideas, juicios, opiniones y afirmaciones sobre nosotros mismos y sobre el mundo que hemos ido forjando a base de aprendizajes y experiencias que hemos acumulado a lo largo de nuestra existencia.

Sin embargo, lo que piensas, lo que crees, la manera cómo interpretas el mundo no tiene porqué ajustarse a la realidad tal como es.

Uno de los postulados de la Programación Neurolingüística establece que:

“Tu mapa no es el territorio”

Para conseguir aquello que deseas debes primero detectar, luego cuestionar y finalmente cambiar aquellas creencias que te bloquean, te paralizan, te hacen caer en el autoengaño y te impiden perseguir el sueño de crear la vida que realmente quieres.

 Pregúntate siempre:   Lo que estoy pensando ¿es realmente un hecho o una opinión?

Para cambiar tu vida, primero debes estar dispuesto a instalarte en el “No sé nada”, en el “juicios cero”, a abrirte a la posibilidad de cambiar tu manera de pensar, de ser, de hablar, de emocionarte, de ver e interpretar el mundo.

Son tres, los tipos de creencias limitantes o introyectos que te están bloqueando para alcanzar tu sueño:

-Las que te empujan a pensar que tu objetivo no es alcanzable.

-Las que te empujan a pensar que tu objetivo es alcanzable, pero no eres capaz.

-Las que te empujan a pensar que el objetivo es alcanzable, eres capaz, pero no te lo mereces.

Comparto contigo 7 creencias o excusas clásicas que te pueden frenan a la hora de emprender el camino de crear la vida que deseas:

1.“Ahora no es el momento”

¿Y entonces cuándo es? Cualquier momento es el idóneo para empezar. Pensamos, erróneamente, que cuando se acabe “la crisis” todo mejorará y a partir de ahí empezaremos a movernos.

Sin embargo, si amplias tu visión del mundo, te darás cuenta de que la crisis es tan solo un concepto relativo. Lo que para algunos puede ser una recesión y un período oscuro, para otros es solo un cambio de ciclo y de reglas de juego que abren la puerta a nuevas e infinitas oportunidades.

Es en tiempos de crisis cuando emergen nuevos proyectos y oportunidades que recogen sus frutos en épocas de bonanza.

Excusarte en la crisis te coloca en la posición de víctima, y desde esa posición, no hay nada que construir.

El único momento para empezar es…. ¡Ahora!

 

2.“No puedo” o “Yo no podría”

¿Y si cambias tu “no puedo” por un “todavía no sé cómo hacerlo” o “aún tengo que aprender las habilidades y pasar a la acción”?

Muchas personas con menos habilidades, experiencia y formación que tú ya están haciendo aquello que les apasiona y viviendo la vida que desean. La diferencia es que ellos tienen confianza en sí mismas, han dejado atrás las excusas, han salido de su zona de confort y han pasado a la acción.

Uno de los postulados de la ciencia de la Programación Neurolingüística es:

“Lo que es posible para otra persona, es posible para mí”.

Recuerda: eres un ser completo y lleno de recursos. Y si no, siempre puedes generarlos.

 

3.“A mi edad ya es tarde para cambiar”

Nunca es tarde para cambiar y volver a empezar.

Recuerda que tu pasado no tiene porqué condicionar tu futuro y que cualquier edad es perfecta para crear una nueva profesión, empresa, estilo de vida o proyecto.

En el mundo encontrarás a muchísimas personas que empezaron de cero a hacer aquello que tú anhelas, e incluso en una edad mucho más avanzada que la tuya.

No pongas el foco en tu realidad actual, sino en donde quieres llegar, y traza el camino hacia tu objetivo.

Recuerda: “es mucho más importante la dirección que la velocidad”.

Si te sientes incapaz de emprender el camino en solitario, no dudes en dejarte ayudar.

 

4.“No tengo sueños” o “No sé lo que me apasiona”

Todos tenemos sueños, deseos profundos, anhelos, talentos escondidos. Todos, sin excepción, destacamos en algo que los demás admiran de nosotros.

El Coaching personal es una gran herramienta que te ayuda adentrarte en tu área interior, a conectar contigo mismo/a y formularte preguntas poderosas que den lugar a respuestas reveladoras sobre ti, sobre quién eres y qué es lo que quieres.

El gran error de las personas es buscar sus sueños en el exterior, cuando tienen la respuesta en su interior.

5.“No me lo merezco”

Quizás es lo más duro que puedes decirte a ti mismo.

Decía Carl Rogers:

“Todo ser humano, sin excepción, por el mero hecho de serlo, es digno de respeto incondicional de los demás y de sí mismo, merece estimarse a sí mismo y que se le estime”

Trabajar tu autoestima, tu auto-concepto, tu confianza, sanar tus heridas emocionales y deshacerte de la culpabilidad son los primeros pasos que realizar si quieres liderar tu vida.

6.“No tengo dinero” o “No podré vivir de lo mío”

Nunca ha habido tanto dinero en el mundo como ahora y, gracias a Internet,  nunca había sido tan fácil y barato emprender como en esta nueva era. No hay excusas.  Internet te ofrece miles de herramientas gratuitas que te pueden ayudar a empezar y te abre a la puerta a millones de clientes potenciales.

Enfócate en tu Meta final, hacia donde quieres llegar y calcula el dinero que te puede costar llegar hasta allí.

Céntrate en  aportar valor, en ayudar a las personas, en solucionar problemas y el dinero llegará.

 

7.“Eso es sólo para algunos afortunados que tienen suerte y se lo pueden permitir”

La suerte “aleatoria” de los demás es una creencia fabricada que parte de la idea falsa de que la suerte es algo que te toca al azar.

Sin embargo, la ley universal de la causa-efecto nos enseña que la suerte es algo que sucede porque previamente  se crean y se fabrican las circunstancias que conducen a ella.

En ser proactivo o ser reactivo radica la diferencia entre fabricar tu suerte o esperar a que llame a tu puerta.

 

¿Te sientes identificado con alguna de ellas?  ¿Qué otras creencias te están limitando ?

Me encantaría que las compartieras conmigo.

Si te ha gustado el artículo, por favor, compártelo.

 

Con amor y gratitud,

Pere

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *